La autoestima es un tesoro invaluable que todos poseemos, pero a veces nos encontramos con ladrones silenciosos que amenazan con arrebatárnosla. Estos «ladrones » son ni mas ni menos que los patrones de pensamiento y comportamientos negativos que minan nuestra confianza y socavan nuestro amor propio. En este artículo, exploraremos algunos de estos ladrones y cómo podemos recuperar y fortalecer nuestra autoestima.
La voz interior crítica:
Uno de los ladrones más poderosos de nuestra autoestima es nuestra propia voz interior crítica. Constantemente nos juzgamos y nos hablamos de manera negativa, debilitando nuestra confianza y amor propio. Para combatir este ladrón, necesitamos practicar la auto-compasión y el autocuidado. Reemplazar los pensamientos negativos por afirmaciones positivas y recordarnos a nosotros mismos que merecemos amarnos y valorarnos. Además, podemos trabajar en el desarrollo de la autoaceptación, reconociendo nuestras fortalezas y aceptando nuestras imperfecciones como parte de nuestra humanidad.
Compararnos con los demás:
La comparación constante con los demás es otro ladrón de nuestra autoestima. Cuando nos comparamos con los logros, apariencia o éxito de otras personas, nos sentimos insignificantes y menos valiosos. Es esencial recordar que cada persona tiene su propio camino y que nuestro valor no depende de cómo nos comparemos con los demás. En lugar de compararnos, enfoquémonos en nuestro propio crecimiento y celebremos nuestros logros individuales. Además, podemos practicar la gratitud, reconociendo y apreciando nuestras propias bendiciones y victorias en lugar de enfocarnos en lo que falta en comparación con los demás.
Relaciones tóxicas:
Las relaciones tóxicas pueden ser un ladrón devastador de nuestra autoestima. Cuando estamos rodeados de personas que nos critican, menosprecian o abusan emocionalmente, nuestra confianza y amor propio se ven gravemente afectados. Es fundamental establecer límites saludables y rodearnos de personas que nos apoyen, valoren y respeten. Reconocer que merecemos relaciones saludables y alejarnos de las tóxicas es un acto de amor propio. Además, podemos buscar el apoyo en terapias que nos ayuden a fortalecer nuestra autoestima y nos proporcionen herramientas para enfrentar las relaciones tóxicas de manera saludable, el apoyo de amigos y familiares tambien ayuda mucho cuando los tenemos.
Perfeccionismo inalcanzable:
El perfeccionismo es un ladrón astuto que nunca está satisfecho. Cuando nos exigimos constantemente la perfección en todo lo que hacemos, nos ponemos estándares inalcanzables y nos castigamos por cada error o imperfección. Debemos recordar que todos cometemos errores y que el crecimiento y el aprendizaje vienen de la aceptación de nuestras imperfecciones. Valorar el progreso y el esfuerzo realizado en lugar de la perfección nos ayuda a fortalecer nuestra autoestima. Además, podemos practicar la autorreflexión y el autocuidado, reconociendo nuestras necesidades emocionales y estableciendo metas realistas que nos permitan crecer y aprender sin sentirnos constantemente presionados por la perfección.
Autocuidado descuidado:
Cuando descuidamos nuestro autocuidado, estamos robándonos a nosotros mismos el amor y la atención que merecemos. Ignorar nuestras necesidades emocionales, físicas y mentales nos lleva a sentirnos agotados y desvalorizados. Priorizar el autocuidado implica establecer límites, dedicar tiempo a actividades que nos nutran y nos hagan sentir bien, y tratar nuestro cuerpo y mente con respeto y cuidado. Esto puede incluir actividades como la práctica regular de ejercicio físico, el disfrute de pasatiempos y actividades placenteras, la búsqueda de momentos de relajación y la búsqueda de apoyo emocional cuando sea necesario. Al cuidarnos a nosotros mismos, demostramos a nuestra autoestima que somos valiosos y dignos de amor y atención.
Autorrealización y propósito:
La falta de dirección y propósito en nuestras vidas también puede afectar nuestra autoestima. Sentir que no estamos aprovechando nuestro potencial o que no estamos viviendo de acuerdo con nuestros valores puede generar una sensación de vacío y falta de confianza en nosotros mismos. Para combatir este ladrón, es importante reflexionar sobre nuestros valores, intereses y metas personales. Identificar nuestros sueños y trabajar para alcanzarlos nos ayuda a fortalecer nuestra autoestima al brindarnos un sentido de propósito y logro personal. Además, podemos buscar oportunidades para contribuir a los demás y al mundo, lo cual nos permite sentirnos valiosos y parte de algo más grande.
El pensamiento excesivo
Otro ladrón silencioso de nuestra autoestima, es el constante monólogo interno y la rumiación de pensamientos pueden llevarnos a cuestionar nuestra valía personal. Enfocarnos en errores pasados, nos lleva a juzgamos duramente por nuestras imperfecciones. Esta negatividad constante erosiona gradualmente nuestra confianza y amor propio. Además, a menudo nos lleva a anticipar y magnificar problemas futuros, generando ansiedad y estrés innecesarios.
En conclusión es importante identificar y enfrentar a estos ladrones de autoestima para recuperar y fortalecer nuestra confianza y amor propio porque estos estados emocionales negativos pueden socavar aún más nuestra autoestima, por sentimos abrumados e incapaces de manejar los desafíos que se nos presentan.
Para cultivar una autoestima saludable, es importante practicar la conciencia plena, aprender a manejar y liberarnos del pensamiento excesivo nos permitirá construir una autoestima basada en el amor propio, la aceptación y la confianza en nuestras propias capacidades.
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Consultoría Estratégica- Coaching- Mentoring
Fotos créditos de Anna Shvetz y Julia Larson